

El sexo no se trata sólo de posiciones: se trata de conexión, deseo, fantasías y el lenguaje silencioso que nuestros cuerpos hablan en la oscuridad.
Así que cuando tu hombre te pide constantemente que lo hagas por detrás, no es solo una preferencia casual. Dice algo sobre lo que le excita, lo que le pone y el tipo de experiencia que anhela contigo.
Seamos realistas: la postura del perrito es una de las más populares por algo. Es intensa, es primitiva y genera una energía difícil de igualar en cualquier otra posición.
Para muchos hombres, no se trata solo del ángulo o el placer físico, sino de la vista . La curva de tu espalda, cómo se mueve tu cuerpo con cada embestida, el agarre en tu cintura… los vuelve locos.
Pero hay más que sólo elementos visuales.
Desde atrás a menudo se conecta con algo más profundo: dominio y control. Le permite tomar la iniciativa, marcar el ritmo y explorar ese lado crudo y desinhibido de su sexualidad.
Es animal. Está impulsado por la lujuria. Y para muchos, es una forma de sumergirse por completo en el momento, de soltar el control y dejar que el deseo se apodere de ellos.
Y luego está la parte física. La firmeza. La profundidad. El ángulo. El impacto es diferente, literalmente. Para los hombres, ofrece una sensación más profunda e intensa.
Y para las mujeres, si se hace bien, puede estimular el punto G y brindar un placer intenso. La clave está en la posición, la comodidad y la confianza.

¿Pero qué significa emocionalmente?
A veces, no se trata de desapego en absoluto. Puede ser su forma de sentirse completamente inmerso en ti.
Cuando él agarra tus caderas, te acerca más, se entierra dentro de ti, puede ser algo profundamente emotivo, incluso si parece duro desde afuera.
Para algunas parejas, esta posición desbloquea un tipo diferente de intimidad: una que no requiere palabras, pero es poderosa.
Dicho esto, la comunicación lo es todo. Si lo disfrutas, acéptalo. Si no es lo tuyo, dilo. El buen sexo no se trata solo de la fantasía de una persona, sino de explorarse mutuamente, superar los límites juntos y encontrar placer en la conexión que comparten.
Así que la próxima vez que quiera tomarte por detrás, tenlo en cuenta: no se trata solo de lujuria. Se trata de cómo tu cuerpo lo hace sentir.
La forma en que sacas a relucir ese lado apasionado y sin filtros de él. Y tal vez, solo tal vez, él espera que tú también sientas esa pasión.
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